UN SANGRIENTO RENACIMIENTO

¡Hola a tod@s!

Siglo XV, el Imperio bizantino se encuentra en sus horas más bajas. Su destino está sellado, en concreto, por el sultán turco. Ante esta situación, muchos sabios y eruditos que residían en los cada vez más menguantes dominios del basileus, deciden partir y trasladarse a Italia. Consigo llevaban algo más que sus pertenencias, la cultura y el saber clásico.

Buena parte de los escritores, y muy en especial los artistas, se acogieron a los nuevos cánones que comenzaron a surgir en las ciudades-estado italianas como Florencia o Milán. Dos figuras se adelantaron a todos ellos un siglo antes, Petrarca y Bocaccio, gracias a sus respectivas obras "De mulieribus claris" y el "Decamerón", en los cuales se rememoraba la figura de personajes y filología clásica. Petrarca, como heraldo de los nuevos tiempos que se avecinaban dejó por escrito:

Este sueño de olvido no durará siempre. Cuando se desvanezca la oscuridad, nuestros descendientes verán de nuevo el antiguo y puro resplandor. (Ruiz-Domènec, 2013: p. 40)


Petrarca y Bocaccio (Fuentes: Biografías y Vidas, Wikimedia Commons)


El Renacimiento de la Antigüedad clásica, de sus valores, etc, se convertiría posiblemente en el movimiento cultural más importante de la Edad Moderna europea. En Italia se afianzaría gracias a grandes obras (literarias, arquitectónicas, escultóricas y pictóricas) gracias al mecenazgo (Haywood, 2017) de algunas de las familias más importantes del momento como los Médici. También se produjeron amplios cambios políticos en algunos de los estados y/o reinos más importantes del continente. A la par del Renacimiento, también surgió el Humanismo, que agitó las bases fundamentales del medievo al exaltar la figura del hombre, sus valores y su condición humana (Ribot, 2017).

Hombre de Vitruvio (Fuente: Wikimedia Commons)

Hombre de Vitruvio (Fuente: Wikimedia Commons)

Y tomando ciertas licencias de Cristóbal Colón: “Siguiendo la luz del mundo clásico, abandonamos la Edad Media”.


¿Por qué sangriento?

Para comprender el título, tan sólo debemos retrotraernos a la Italia del siglo XV, fragmentada en reinos, ducados, repúblicas y principados. Todas ellas con sus propios intereses, dispuestas a luchar entre sí para salvaguardar su independencia o expandirse territorialmente, y convertirse en la potencia hegemónica de la península itálica. Siempre frente a la atenta y vigilante mirada del papa, y el ansía expansionista de los reyes franceses y aragoneses.

Los Médici en Florencia, los Este en Ferrara, los dogos de la Serenísima República de Venecia o los Visconti en Milán… Un verdadero rompecabezas que nada tiene que envidiar a “Juego de Tronos”.




¿Poniente? ¡No! Italia, aún más dividida que en "Juego de Tronos".


El Ducado de Milán

Ubicada en la región de Lombardía, Milán era una de las ciudades más prósperas de Italia. Una urbe milenaria, fundada por tribus celtas y posteriormente conquistada por los romanos, adoptando el nombre de Mediolanum. Fue capital del Imperio romano años antes de su división. Pasó a manos de las tribus lombardas tras la caída de Roma, y poco después, en las de Carlomagno. Arrasada por el emperador germánico Federico I Barbarroja en el año 1162, pasaría a manos de la familia Visconti un siglo después.



El Milanesado (o Ducado de Milán) se constituyó formalmente en el año 1395, en el mismo momento en que el emperador del Sacro Imperio, Wenceslao de Luxemburgo, otorgó el título de Duque de Milán a Juan Galeazzo Visconti. Dos años después se convertiría en el duque de Lombardía. Durante los primeros años del Renacimiento, los Visconti y los Sforza proporcionaron su patrocinio a artistas como Donato Bramante y Leonardo da Vinci.


Milán en el año 1158 (Fuente: Wikimedia Commons)

Esta auténtica “Desembarco del Rey” continuaría siendo codiciada por los reyes de Francia (Luis XII la conquistó en el año 1499) y España


La figura del condotiero

Las pugnas de poder en el corazón de Italia se resolvían, en la mayoría de los casos, en el campo de batalla. ¿Quiénes luchaban? ¿Los ejércitos propios de la repúblicas o ducados? Nada de ello, eran los condotieros los que se encargaban de ello.

Estos no eran sino mercenarios contratados por los duques o reyes, ya que no tenían la capacidad necesaria para disponer de un ejército permanente. Más concretamente eran capitanes que disponían de una mesnada, es decir, una hueste de hombres armados un tanto reducida.

El término en sí deriva de la palabra condotta, “nombre del contrato firmado entre un gobierno y un capitán independiente que alquila sus servicios” (Ruiz-Domènec, 2013: p. 40). La mayoría de ellos eran oriundos de Italia, pero algunos de ellos procedían de mucho más lejos, caso del inglés John Hawkwood. Segundones, de orígenes humildes, obtenían grandes riquezas, pues se vendían al mejor postor, llegando incluso a cambiar de bando si la oferta mejoraba.


La "Condotta"
(Fuente: Pinterest)

Fue de este mundo del que emergió la figura de Francesco Sforza


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¡Muchas gracias por su atención y nos vemos en breve!


Bibliografía empleada:

  • Ruiz-Domènec, J. E. (Coord.) (2013): "Renacimiento y reforma", Historia 23. Barcelona: EDITEC.
  • Haywood, J. (2017): "La Historia del mundo en mapas", Madrid: Susaeta.
  • Ribot, L. (2017): La Edad Moderna (siglos XV-XVIII), Madrid: Marcial Pons.

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